Buenas buenas amigos y amigas! Quien dijo que podemos comer algo tan rico como el guiso solo en invierno? Está bien que quizás en verano transpiren un poco… pero nada que ponerse abajo un ventilador para dormir la siesta no solucione.
Este guiso en particular llamado tomaticán es tan simple y liviano que es una receta super recomendada para hacer en casa. Lo que más les va a llevar tiempo es preparar los ingredientes pelando, cortando y demás porque la cocción en sí no requiere gran supervisión y en media hora ya está todo listo.
El tomaticán es un plato tradicional de la cocina chilena que destaca por su sencillez y delicioso sabor. Este guiso se caracteriza por combinar ingredientes básicos como tomates, cebollas y carne, creando una mezcla reconfortante que refleja la riqueza de la gastronomía criolla.
En su versión más clásica, se prepara con carne de vacuno, generalmente cortada en trozos pequeños, a la que se le añaden tomates maduros, cebollas, ajo y condimentos como comino y orégano. Es un guisado al estilo marmitako de bonito, garbanzos con chorizo, guiso de mongongo y guiso de carne con papas cremoso.
Este plato emblemático de la gastronomía chilena, tiene sus raíces en la vida rural y en la tradición culinaria de Chile. Su origen se remonta a las zonas campesinas del país, donde la disponibilidad de ingredientes básicos como carne de vacuno y tomates influyó en la creación de este guiso reconfortante.
Este platillo refleja la sabiduría culinaria desarrollada en comunidades rurales, donde la simplicidad de los ingredientes se combina con técnicas de cocción tradicionales. La receta del tomaticán también está vinculada a la influencia de la cocina indígena en Chile.
La receta tradicional de tomatican ha perdurado a lo largo del tiempo como un ícono de la gastronomía local. Se trata de un guiso reconfortante que combina ingredientes simples pero sabrosos.
La preparación implica cocinar los ingredientes a fuego lento, permitiendo que los sabores se mezclen y se intensifiquen gradualmente. La carne, generalmente cortada en trozos pequeños, se cocina hasta que adquiere una textura tierna y absorbe los aromas de las especias. El resultado es un guiso que encarna la esencia de la comida casera chilena, con sus sabores robustos y su capacidad para unir a la familia alrededor de la mesa.
El tomaticán criollo es apreciado no solo por su sabor, sino también por su capacidad para adaptarse a los ingredientes locales y preferencias individuales. La versatilidad de esta receta permite variaciones según región o gusto personal, agregando ingredientes como papas, zanahorias o pimientos.
En muchas familias chilenas, se ha convertido en una receta transmitida de generación en generación, formando parte de las tradiciones culinarias del país. Su aroma característico y su textura reconfortante hacen de este platillo una elección popular en cualquier ocasión.
El tomaticán, con su arraigada conexión a la cultura chilena, representa la riqueza de la cocina tradicional, donde ingredientes simples se transforman en experiencias culinarias inolvidables.
El tomaticán con carne molida es una variante práctica y sabrosa de este plato tradicional chileno. Comienza dorando la carne molida en una sartén hasta que esté bien cocida y adquiera un color dorado.
Este paso permite potenciar los sabores y texturas de la carne, que se integran de manera deliciosa con el resto de los ingredientes. Incluso nos permite luego usarlo como acompañamiento de otras comidas.
Al servirlo con carne molida, se revela una versión moderna y accesible de este plato tradicional chileno, manteniendo su esencia auténtica y ofreciendo una alternativa práctica para aquellos que buscan una preparación más rápida y sencilla.
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Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 1 hora 50 minutos