En el curso de aprovechología que estoy haciendo, la profe una vez más arremetió contra las incongruencias del capitalismo salvaje proponiendo el debate sobre las semillas de calabaza.
Porque resulta que compramos una calabaza o zapallo, tiramos sus semillas a la basura, nos comemos la calabaza… y luego compramos en la Hippie Store del barrio semillas de calabaza otra vez.
Por cierto, bastante más caras por kilo que la calabaza en sí.
¿Cómo puede ser que hayamos caído ante tan obvia, tan vil treta de la sociedad de consumo?
¿Es que nos estamos dejando vencer definitivamente?
Porque la obsolescencia programada, vaya y pase. Si mi impresora está diseñada para durar 40 días me resulta muy difícil alargar su uso no siendo informática. Pero esto… esto es una responsabilidad mía. Mía y de todos nosotros, compañeros. Se lo estamos dejando muy fácil. Porque es verdad, el capitalismo siempre tiene un as debajo de la manga pero, camaradas, esto no significa que tengamos que dejarnos ganar con un par doble.
La profe dice que las condiciones materiales están dadas para que comencemos con este pequeño acto revolucionario.
Aquí les paso, puño en alto, la receta que acabará con esta farsa.
1) Quitar las semillas de la calabaza, enjuagarlas bajo un chorro de agua y retirarles los ‘hilos’ de calabaza que hayan quedado pegados. Retirar el exceso de agua con un trapo o papel.
2) Preparar en un bol el ‘menjunje‘, mezclando todos los ingredientes hasta formar una pasta (caldito+aceite+saborizante elegido). Meter las semillas en el bol y mezclar todo bien.
3) Saltear las semillas en una sartén vacía y bien caliente. Ir moviéndolas con cuchara de mandera. Cuando estén doradas, retirarlas.
4) Pueden guardarse en un frasco bien cerrado… si llegan.
En una ensalada de verdes, por ejemplo, quedarán crocantes y darán carácter al plato.
Como snack, para acompañar el aperitivo o la cerveza.
Además son mucho más sanas que otros engañaestómagos, lo que las hace ideal para el food plugging (arte de enchufar comida sana a los hijos).
Si sos de los Señores Hippies -había varios en el curso- deberías llevar una bolsita en el morral, por si te ataca el hambre y solo encontrás comida industrializada.
Si sos Paulina, nada de esto te será útil, porque te acabarás las semillas mientras cocinás la calabaza. Siempre. Aún habiendo esterilizado un frasco para guardarlas.
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Hola! Buscando una receta para aprovechar las semillas de calabaza me encontré con este texto tan divertido y ocurrente!Gracias por compartirlo!
Saludos!
Hola!!!! Las puedo hacer en el horno??
Me encantó el texto. Ahora, ya sólo con el paso 1. Es lógico q las cobren... me encanta q se apriveche todo. Pero creí q habia un modo mas sencillo de separarlas y no tan una x una...
Hola se las doy con cáscara a los chicos? Yo las compro peladas por eso pregunto, no es muy duro?
No le echemos la culpa al capitalismo que sabe aprovechar la vagancia e ignorancia de la gente porque tostar unas semillas de zapallo no es una ciencia Ni te lleva tiempo Es como la mamá que compra en frasquito la banana manzana rallada para el bebé en vez de agarrar una banana y pisarla con el tenedor sólo se necesita un poco de sentido común
Yo obviaré el caldito de verduras comprado.
Hace años no compro más!
Supongo que sal, pimienta y especias puede reemplazar ese industrializado.
Muy buena genia
Hace rato quería aprovechar las semillas haciendo algo saludable y rico. Gracias Comandanta Paulina !
Me encantó! En este momento voy a probar hacerlas. Excelente tu escrito!?
Excelente!!!! Hice el mismo razonamiento porque consumo mucho zapallo y compré semillas....jajajaja gracias por la receta