Estimadas y estimados, les damos la bienvenida nuevamente a Paulina Cocina! Esperamos que estén muy bien, con ganas de cocinar rico, porque hoy les traemos una receta para chuparse los dedos: el Jericalla. Un postre típico de Guadalajara, Estado de Jalisco, México. Esta delicia dulce, que tiene algunas similitudes con el flan o la natilla, es un clásico tapatío que se puede disfrutar en tiendas de postres pero también se puede hacer en casa porque realmente es una receta fácil.
Les compartimos algunos datos sobre la historia de este postre típico, las diferencias y similitudes con otros postres, algunos consejos para una buena preparación y por supuesto una receta de jericallas con el detalle de los ingredientes necesarios, y el paso a paso para que todo salga perfecto.
La jericalla es un postre típico de México que se caracteriza por su textura suave y cremosa, similar a la del flan, pero con un sabor y una historia únicos.
Este manjar se elabora principalmente a base de leche, huevos, azúcar y vainilla, lo que le imprime su distintivo sabor dulce y aromático. La textura de la jericalla es tan suave que se derrite en la boca, haciendo que cada bocado sea una experiencia inolvidable.
Como muchas otras creaciones gastronómicas, este postre también tiene una historia mítica que supuestamente le dio origen a esta delicia mexicana. Esta historia está ligada a una monja de la región de Jérica, España, que trabajaba en un hospicio de niños y niñas en Jalisco, México, durante el siglo XIX.
La monja buscaba formas de proporcionar a los pequeños platos sabrosos y nutritivos. Con creatividad, comenzó a experimentar en la cocina del hospicio. Fue así como ideó una mezcla que incluía ingredientes simples pero esenciales: huevos, leche, azúcar, vainilla y canela, similares a los del flan y las natillas caseras.
Durante una de sus pruebas, en una distracción o un error en el tiempo de cocción, la parte superior del postre se quemó de manera accidental. La monja decidió probarla y descubrió que esa quemadura le daba un toque distintivo y rico a su postre, lo que se convirtió en una parte fundamental de la receta final de la jericalla.
La verdad es que la receta de jericayas no tiene mucho misterio, sus ingredientes son muy parecidos a los de un flan o un crème brûlée. La leche es la base del postre y le proporciona su textura suave y cremosa. Los huevos ayudan a ligar la mezcla, el azúcar le aporta el dulzor característico, y tanto la vainilla como la canela le dan aroma y sabor.
La preparación de las jericallas es relativamente sencilla. Los ingredientes se mezclan cuidadosamente y se vierten en moldes individuales, que luego se hornean hasta que adquieran su consistencia deseada. El resultado es un postre dorado en la superficie y suave en el interior.
Una pregunta común que suele surgir es cuál es la diferencia entre el flan casero clásico y la jericalla. A primera vista, estos dos postres pueden parecer similares debido a su textura cremosa y su sabor dulce. Sin embargo, existen algunas diferencias clave.
El flan suele estar hecho con más huevo y menos leche, lo que le da una textura más firme y densa en comparación con la jericaya. Además, el flan se caracteriza por tener un caramelo líquido en la parte superior (luego de desmoldar), mientras que las jericallas suelen ser doradas en la superficie.
Otra pregunta que surge con frecuencia es la diferencia entre las jericallas y el crème brûlée tradicional francés. Si bien ambos son postres cremosos y deliciosos, presentan pequeñas diferencias.
El crème brûlée se hace con crema espesa en lugar de leche y lleva una capa de azúcar caramelizada en la parte superior que se quema con un soplete. En cambio, las jericallas se doran en el horno y no tienen una capa de caramelo crujiente.
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Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 45 minutos