Hoy les traemos una receta que marca una grieta entre los que les gusta y los que no: Pizza Hawaiana. Para los fundamentalistas de la pizza, la piña resulta un sacrilegio pero para los fanáticos del agridulce, puede ser una combinación perfecta de sabores.
Esta pizza es una fiesta para el paladar, y prepararla es muy fácil. En esta nota vamos a conocer todo sobre esta innovadora receta, desde su origen inesperado hasta los detalles de su preparación y algunos tips para que salga perfecta.
Como siempre, compartimos una receta de pizza hawaiana para hacerla en casa y disfrutar hasta la última porción.
La pizza hawaiana es una creación única que combina la tradición italiana con un toque tropical. A diferencia de las pizzas clásicas, esta especialidad se caracteriza por su combinación de sabores dulces y salados, ideal para los amantes de los platos agridulces.
La base de la hawaiana es la misma que la de cualquier otra pizza: una masa delgada y crujiente, salsa de tomate y queso derretido. Sin embargo, lo que la distingue es la incorporación de dos ingredientes clave: piña y jamón.
La pizza hawaiana no se inventó en Hawái, como podría sugerir su nombre, sino en Canadá. Aunque su origen exacto puede ser objeto de debate, la creación de la receta de esta pizza se atribuye comúnmente a Sam Panopoulos, un inmigrante griego que junto con su hermano abrió un restaurante en el municipio de Chatham, de Ontario, Canadá, llamado “The Satellite Restaurant“.
En la década de 1960, buscando innovar en su menú, decidieron agregar piña como un ingrediente a una pizza tradicional, junto con jamón y queso. Luego, bautizaron esta nueva creación como “pizza hawaiana”, posiblemente en referencia a la marca de piña enlatada que utilizaron en la receta. La combinación resultó ser un éxito, y la pizza con piña se hizo popular rápidamente.
El sabor de esta pizza es verdaderamente único. La dulzura natural de la piña se combina con la salinidad y el sabor ahumado del jamón para crear una experiencia inolvidable para las papilas gustativas.
La piña aporta una frescura tropical que contrasta a la perfección con la textura crujiente de la masa y la cremosidad del queso derretido. Este equilibrio de sabores es lo que ha convertido a la pizza hawaiana en un clásico amado en todo el mundo.
Aunque la pizza hawaiana evoca imágenes de playas de arena blanca y palmeras, su nombre no se relaciona directamente con Hawái, sino que fue creada en Canadá, como mencionamos anteriormente en el restaurante de un inmigrante griego, durante la década de 1960.
El nombre de esta creación se debe, simplemente, a la marca de la piña que utilizaron para esta innovadora receta, y la intención de buscar una denominación que llame la atención y atraiga comensales.
La simplicidad de la pizza hawaiana es parte de su encanto. Además de los básicos: la masa, la salsa de tomate y el queso, esta variedad suma dos ingredientes: piña y jamón. La piña fresca, cortada en trozos o rodajas, agrega un toque fresco y dulce, mientras que el jamón, preferiblemente jamón cocido o jamón de york, le da un sabor salado y ahumado que contrasta con la piña.
Aunque esta es la receta clásica, algunas personas también agregan ingredientes como cebolla, pimiento o incluso bacon para personalizar su pizza hawaiana.
La preparación de la receta de pizza hawaiana no tiene mucha diferencia con cualquier pizza.
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Rinde: 4 porciones
Preparación: 30 minutos