Milanesa napolitana: haceme un hijo. Así, con la delicadeza que caracteriza a esta web comienza este post debido, infaltable, épico, sobre una de las comidas emblemáticas del adolescente hambriento argentino: la milanesa. Vamos a hablar un rato de la milanesa napolitana, les voy a contar un dato interesante.
El plato es creado en Buenos Aires. Esto es sabido. Pero me enteré leyendo Wikipedia que el “napolitana” o “a la napolitana” no viene de la ciudad de Nápoles sino del Napoli, restaurante lindero con el Luna Park en el que Dios entró una noche y tocó con su varita mágica (sí chicos, Dios tiene varita mágica, después les explico) al dueño para que inventara este plato. “Milanesa a la Nápoli” es el nombre original de la milanesa napolitana.
Hasta aquí lo anecdótico, todo muy lindo. Gracias Paulina por el dato. Ahora, los chicos de Wikipedia dicen, cito textual, lo siguiente: “…habitualmente de carne vacuna (aunque puede, por ejemplo, ser milanesa de soja)…”
Muchachos… MUCHACHOS… ¿Por qué me molesta tanto que se diga que la milanesa de soja puede ser una milanesa napolitana?, ¿qué tengo yo contra la pobre milanesa de soja que no la dejo entrar al hall de la fama de las milanesas?
La milanesa napolitana es, más que un plato rioplatense, todo un símbolo del plato abundante, de la persona a la que le gusta comer bien, quedar pipón, saciarse con la comida. Hasta te diría que de la larga sobremesa, porque uno come una milanesa a la napolitana y luego no se puede levantar. Milanesa napolitana es sinónimo de comer con placer, de disfrute con la comida. Por esto es que hay un proyecto de ley para convertir la milanesa en Patrimonio Cultural Argentino. No solo porque es rica.
¿Tiene la milanesa de soja la culpa de todo esto? No, definitivamente no. La soja es un alimento. No sacralicemos…La culpa la dividimos. Que cada uno se haga cargo de lo que le corresponde. La mitad es nuestra. Por prejuiciosos, por taxativos, por cerrados. Dejemos a la gente meterse en el cuerpo lo que más le guste. En todos los sentidos posibles. Y la otra mitad es de ustedes.
Porque ustedes, no sé, a veces tienen una actitud que en nosotros levanta sospecha. Ustedes intentan no levantar la perdíz y para mí saben que hay algo que EXTRAÑO en esa combinación de ingredientes y denominaciones…
Ustedes llaman a esa suela inmunda con tono de no-hay-diferencia, tono de es-igual-de-rica, o tono de me-da-lo-mismo-una-que-otra.Esa otra mitad de la culpa es de ustedes, que cada tanto intentan convencernos de las bondades de una masa de harina rebozada…
De ustedes que día a día, mesa a mesa, cena a cena, actúan como si todos fuéramos iguales. NO SOMOS TODOS IGUALES. Y por más que quieran convencernos, nosotros lo sabemos. Les voy a dejar entonces, en honor a todo lo anterior que acabo de escribir, una receta de Milanesa Napolitana. Espero, de todo corazón, que sepan disfrutarla mucho.
-Pimienta
Lo primero que vamos a hacer una vez que tengamos nuestras milanesas hechas (o compradas) es meterlas al horno 180º hasta que estén bastante cocidas. También las pueden freír si así lo desean. Procuren hacerlo con abundante aceite en la sartén y tengan en cuenta que esté bien caliente antes de meter las milanesas. Es más que nada para que éstas no absorban aceite de más. Una vez que las tenemos cocidas, las reservamos.
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Paulina, te cuento que las hago casi igual pues la milanesa la armo primero el jamón, luego el queso y po último algo de salsa con albahaca u orégano. De ésta manera evito humedecer la milanesa con la salsa y quitarle el mordiente tan característico de la milanga. Saludos!
Gracias, voy a hacer esto con milanesas de soja.
Te lo hago ya!!!