¡Hola a todos y todas! Bienvenidos a Paulina Cocina. Hoy vamos a hablar del ajoblanco, una receta especial para los amantes de la gastronomía mediterránea y especialmente de las cremas frías, que nos llega directo de las tierras de Andalucía, España.
Como casi todas las sopas frías esta preparación es muy fácil de hacer, sólo necesitamos contar con los ingredientes, que tampoco son muchos, pero si no conocen la receta de ajoblanco malagueño en detalle, seguro se van a sorprender ¡Cuchara en mano!
El ajoblanco es una crema tradicional de la cocina española, especialmente arraigada en la región de Andalucía con el ajo como ingrediente principal. Esta sopa fría se caracteriza por su textura suave y su sabor delicado que combina a la perfección con los días calurosos del verano.
La crema de ajoblanco se disfruta fría en cuencos o platos hondos generalmente acompañada de uvas, trozos de manzana o almendras laminadas, que añaden un toque de frescura y contraste. Esta combinación de sabores y texturas lo convierte en un plato ideal para refrescar el paladar en los días de verano.
El término “ajoblanco” es tan sencillo como la combinación de dos palabras: “ajo” y “blanco”. El ajo, ingrediente fundamental en esta crema, se refiere a su sabor y aroma distintivo. Por otro lado, el “blanco” hace alusión al color pálido y luminoso de la crema final, resultado de la mezcla de ingredientes como el pan y las almendras que le aportan la textura a esta sopa.
El ajo blanco tiene profundas raíces en la cocina andaluza y su origen se remonta a tiempos antiguos. Se cree que esta sabrosa crema se originó en la región de Málaga, en el sur de España, donde las condiciones climáticas cálidas y la abundancia de almendros y ajo hicieron posible su creación.
Desde entonces, la crema de ajo blanco se ha convertido en un símbolo de la gastronomía malagueña y una tradición culinaria familiar que se transmite de generación en generación.
La sopa de ajo blanco, al ser una crema fría se prepara muy fácilmente y se caracteriza por ser muy similar al salmorejo o al gazpacho andaluz; de hecho en muchos lugares se la denomina “gazpacho blanco”.
Los ingredientes básicos de esta preparación son: ajo, almendras, miga de pan blanco, aceite de oliva, vinagre, agua y sal que se trituran y se mezclan hasta obtener una crema suave y homogénea. Se lleva a la heladera y luego se sirve frío con acompañamientos típicos como son las uvas, las manzanas, el melón o las almendras laminadas.
El ajo blanco malagueño es versátil en la cocina. Además de servirlo como crema fría se puede utilizar como salsa o aderezo en platos de pescado, mariscos y verduras a la parrilla. Su sabor suave y su textura cremosa lo hacen perfecto para realzar otros ingredientes sin abrumar su sabor natural.
En cuanto a su conservación, la sopa de ajoblanco se mantiene en buen estado en heladera durante aproximadamente 2 a 3 días. Sin embargo, es importante tener en cuenta que tiende a espesarse con el tiempo por lo que es posible que se necesite ajustar la consistencia con un poco de agua antes de servirlo nuevamente.
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Rinde: 4 porciones
Preparación: 15 minutos
Reposo en heladera: 2 horas antes de servir