Provoleta con rúcula incrustada: una variante de presentación de la provoleta. Válida tanto para verano como para invierno, este plato puede servirse solo, como entrante, o para acompañar carnes. Como siempre, receta sencilla y el encanto de Paulina. Bon profit!
Nicola Garupa
L’ùartu è nu pùartu.
1) Aliñar la rúcula *apenas* con el aceite, el aceto, la sal y la pimienta.
2) Ponerla en un plato pequeño, formando una montaña.
3) Poner a cocer la provoleta en una sarten o fuente pequeña (al horno o a fuego directo), aproximadamente dos minutos de cada lado. dejar que se enfrie un minuto o dos. Quitar la grasa que soltó el queso.
4) Colocar la provoleta sobre la montaña de rúcula y, rápido con otro plato, darla vuelta. La provoleta de abajo queda incrustada en la rúcula por el calor del queso.
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Tremenda ! Una capa nena... saludos.