¡Hola seguidores y seguidoras de Paulina Cocina! Espero que estén muy bien, tanto como yo. Hoy les voy a contar sobre el producto de moda en el mundo de la gastronomía, el Edamame, un súper alimento que parece ser todo lo bueno del mundo. Es rico, nos hace bien, nos cuida la salud y nos nutre. ¿Qué más le podemos pedir a esta vaina verde que encierra un tesoro asiático?
El edamame es un “snack” o aperitivo de origen japonés, que consiste en cocinar las vainas de soja inmaduras (verdes) en agua con sal, para luego comer sus habas. La palabra “edamame” es japonesa y literalmente significa “alubias (habas) en rama”. Es un alimento muy típico de la cocina asiática que ha logrado popularidad en muchas partes del mundo por sus beneficios y propiedades.
El edamame es un alimento muy nutritivo, que se ha puesto de moda en el último tiempo, no sólo por su rico sabor, sino también por sus beneficios en la salud. Es una buena fuente de proteína, fibra alimentaria, ácidos grasos omega y otros micronutrientes como el calcio, hierro, fósforo, sodio, magnesio y vitaminas como la C, B9 y K.
Además, contiene isoflavonas, que son compuestos asociados con varios beneficios para la salud, incluido un menor riesgo de cáncer de mama en las mujeres y de próstata en los varones. Este componente también es beneficioso para la salud cardiovascular y la salud ósea y es muy utilizado para regular trastornos hormonales, como los que transcurren en la menopausia.
Al ser un alimento bajo en calorías y grasas, muchas personas lo eligen como un “snack” o bocadillo saludable. También es una buena alternativa para las personas que no comen carne, ya que es una fuente de proteínas que, no sólo no eleva el colesterol “malo” (LDL), sino que además ayuda a reducir sus niveles.
El edamame es una legumbre originaria de Asia, más precisamente de China, que se cultiva desde hace varios miles de años. Este alimento comenzó a expandirse a otros países del continente, como Corea y Taiwán, ganando especial popularidad en Japón que lo implementó como aperitivo en bares y restaurantes, pero también lo incorporó a platos y recetas típicas.
El edamame es un tipo de soja conocida como “Summer Shell” o “Green Shell”, que se cosecha antes de que las vainas se maduren por completo. Las vainas de edamame son verdes y suaves al tacto y sus granos son tiernos y dulces. El cultivo de estas vainas se hace específicamente para su consumo, que tiene que ser en un breve lapso de tiempo, ya que de otro modo se echarían a perder.
Te invito a descubrir un poco más de la cultura asiática en estos posts sobre Comida china y Comida coreana.
Hoy en día, el edamame se cultiva en numerosas partes del mundo, incluyendo Europa, América del Norte, América del Sur. Por eso es posible encontrarlo en muchos supermercados y tiendas de alimentos naturales o de comida asiática. También se puede pedir a domicilio desde los portales especializados en este tipo de alimentos.
Es más común encontrarlo en la sección de congelados, debido a que es un producto que mantiene poco tiempo su frescura, y de esta manera se puede conservar mejor sin perder los nutrientes. Es posible comprarlo con vaina o ya desenvainado, lo cual dependerá de la preferencia y del uso que se le quiera dar en la cocina.
Para preparar el edamame, la forma más básica es lavar las vainas y retirarles las puntas.
A diferencia de las chauchas o ejotes, que se comen con la vaina, para comer el edamame, se quitan las habas de las vainas, previamente cocidas. Para hacerlo se pueden utilizar las manos o, la forma más divertida y sabrosa es apretarlas entre los dientes y luego meter las habas en la boca, desechando la vaina. Una manera muy similar a como se comen las pipas.
Sin embargo, no es la única forma de comer este alimento tan particular. El edamame también se puede incluir en ensaladas, sopas, croquetas, buñuelos y preparaciones a las que les aporta no sólo un sabor delicioso sino también una importante dosis de nutrientes y proteínas.