¡Hola amigas y amigos de Paulina Cocina! En esta comunidad nos encantan los sándwiches, porque creemos que todo es más rico entre dos panes, así que hoy les traemos a un sandwich estrella de la gastronomía popular argentina: El Choripán. Un clásico argentino que combina dos elementos esenciales: el chorizo y el pan. Esta popular comida callejera es un ícono de la cocina local que sigue conquistando paladares en todo el mundo.
En este artículo, les vamos a contar qué es, cuál es su historia, cómo se acostumbra comer y cómo se sirve. Además, compartiremos algunos consejos y una receta fácil para que puedan preparar su propio choripan argentino.
El choripan deriva de la simple fusión de las palabras “chorizo” y “pan”, lo que indica claramente los ingredientes principales de este sabroso sándwich. El chorizo utilizado en el choripan generalmente es de cerdo, condimentado con especias como pimentón, ajo, comino y orégano, entre otros.
El pan utilizado es generalmente, baguette o pan criollo. Lo importante es que sea un pan con una corteza crujiente para que al comer el choripán quede crocante por fuera y jugoso y tierno por dentro, y así disfrutar bien los sabores y texturas del sándwich.
El origen se le atribuye a Argentina, donde ha adquirido una enorme popularidad a lo largo de los años. Este sencillo pero delicioso sándwich se ha convertido en una opción obligada en eventos deportivos, asados y festivales gastronómicos. Los argentinos lo consideran un elemento indispensable en sus reuniones al aire libre, y el choripan ha trascendido las fronteras del país para conquistar paladares en todo el mundo.
La historia se remonta a los inmigrantes europeos que llegaron a Argentina a principios del siglo XX, especialmente de países como Italia y España. Estos inmigrantes trajeron consigo sus tradiciones culinarias, incluyendo los chorizos y embutidos.
Con el tiempo, los argentinos adoptaron estos ingredientes y los combinaron con sus propias técnicas de asado y parrilla. Así nació el choripan: una fusión entre la salchicha europea y la pasión argentina por el asado.
El choripán se acostumbra comer “al paso” en los puestos callejeros, ferias o eventos al aire libre. Es una opción rápida y sabrosa que se puede disfrutar en cualquier momento. También es habitual comerlo en asados entre amigos o encuentros familiares.
La forma tradicional de comerlo es tomar una baguette o pan criollo, abrirlo longitudinalmente y colocar el chorizo a la parrilla en su interior, entero o abierto tipo “mariposa”. Luego, se puede acompañar con chimichurri, provenzal (perejil, ajo y aceite), o salsa criolla.
Generalmente se sirve en una servilleta o papel para facilitar su consumo mientras se está de pie. Una vez preparado, se entrega al comensal, quien puede disfrutarlo tal cual o agregarle diferentes aderezos según su preferencia. Además del chimichurri, también es común agregarle salsa criolla, ají picante, mayonesa, cebolla caramelizada, o incluso con unas simples hojas de lechuga o unas rodajas de tomate.
Es importante mencionar que, aunque el choripán se asocia principalmente con la comida callejera, también se puede encontrar en algunos restaurantes y parrillas argentinas, donde se ofrece como una opción más informal y sabrosa.
La cantidad de choripanes por persona va a depender de la ocasión, si es una parrillada, se suele comer como entrada y en general es uno por persona. Pero si sólo se come choripán dependerá del gusto de los comensales.
El choripan ha sido elegido por la reconocida revista Taste Atlas como uno de los mejores sándwiches del mundo. Taste Atlas es una plataforma que destaca y cataloga platos y especialidades culinarias de diferentes países, y el choripan ha logrado ganarse un lugar destacado en su lista.
La elección por parte de Taste Atlas no solo es un reconocimiento a la tradición gastronómica argentina, sino que también destaca su popularidad y aceptación en diferentes culturas y rincones del mundo.