Solo tenés cebollas pero se te antojó algo distinto? Acompañame que hoy vamos a preparar la receta de tu vida. Sean muy bienvenidos y bienvenidas a un nuevo capítulo de Paulina Cocina! Hoy cocinaremos Aros de Cebolla, por fin vamos a aprender a hacerlos y te advierto que no vas a dejar de cocinarlos nunca más, el que avisa no traiciona.
Esta receta es, literal, una de las mejores para los que les gusta mucho la cebolla, como a mi. Suelen servirlos en lugares de comida rápida, hoy los traemos caseritos desde tu cocina.
Este es uno de esos inventos que decís, gracias dios por darnos tanto y gracias al que los inventó porque nos alegró la vida ❤️️.
Aunque no lo crean, esta es una receta muy antigua; hay una disputa entre dos historias de quien las inventó, hoy en día son considerados un tipo de comida chatarra tradicional del territorio estadounidense y canadiense. Nosotros lo superamos y nos enfocamos en otras cosas importantes.
Como todas las preparaciones antiguas, existen muchas dudas sobre la forma correcta de cocinarlas. Cuando se trata de frituras, es aún más complicado hallar el mecanismo ideal para obtener un resultado crujiente, dorado y, sobre todo, sabroso y digno.
Por supuestísimo vamos a pelarla antes de empezar a picar. Después lo primero que tenes que hacer es cortarla a la mitad. Importante no empezar a cortar los aros desde una punta, porque no van a quedar los aros como realmente los queremos.
Después de partir la cebolla a la mitad, vas a partir cada mitad en tres pedazos, no más de tres, porque no queremos que queden aros muy finitos. (Si intentas hacer aros muy finitos corres el riesgo de tener que tirar cebolla y tampoco queremos eso). Ya van a ver cómo cortandola de esta forma yo la aprovecho toda.
Cuando ya tienen así las tres o cuatro partes de las cebollas cortadas, van a ir separando los aritos.
TRUCO: tengan cuidado que los aritos de la cebolla tienen como un “derecho y un revés” que si intentamos sacarlo para un lado no sale, pero para el otro sale casi solo. Ya se, parece una tontería, pero no lo es.
i me siguen en Instagram y vieron mis historias lo van a saber, porque es una polémica que duró un montón de tiempo. Todo empezó cuando una seguidora me comentó que si le pedía perdón y permiso a la cebolla antes de cortarla y comérmela, supuestamente, no lloras.
Parece una locura, pero un montón de seguidores dijeron que lo hacían: le pedían permiso y perdón por cortarla y que de esa manera no lloraban!!
Entonces, ustedes me dirán en comentarios, si sabían esto o qué opinan sobre esta teoría científica y si ustedes también se comunican con sus alimentos. En caso de que no lo hayan hecho nunca, les pido por favor que lo hagan, después de hacer esta espectacular receta y me digan si efectivamente es así la teoría de la cebolla llorona.
De repente me pintó el misticismo.
A todos los aros que van saliendo de las cebollas los vamos poniendo en un bol hondo.
Cuando terminamos de sacar todos los aros, les ponemos agua bien fría y sal. Así los dejamos en remojo por 5 – 10 minutos.
Pasado ese tiempo, rapidito rapidito vamos a escurrir las cebollas con algún repasador o papel de cocina para que no queden con más agua, así ya estarían listas para rebozar.
Bueno acá es cuando se viene la joda, el rebozado que preparé yo para esta receta lo hice con cerveza, si, la birra que te guste, del tipo que te guste, la que tengas en la heladera.
Si no te gusta la cerveza y no le querés poner, entonces le pones soda.
Después de la cerveza o soda, le vamos a poner sal y harina. En mi caso yo usé harina leudante porque me gusta que de esa forma queden así como gorditos (también le podrías poner harina común, no hay problema).
Luego voy a dar sabor con pimentón y pimienta. En este momento le podrías agregar el condimento que más te guste, yo elegí esos.
Con todos los ingredientes en el mismo recipiente voy a batir con batidor de varillas hasta que no quede ningún grumo, baten baten baten como el chocolate y le agregan un poquito más de harina si necesita.
(Honestamente yo lo hago a ojo y espero que ustedes se animen a hacerlo a ojo y en general a cocinar a ojo ya que con las cosas saladas es bastante sencillo).
Al final esto les tiene que quedar como una mezcla de panqueques así sin ningún grumo. y más o menos esta consistencia.
Acá se viene la magia. La cosa linda y secreta que ya no es más secreta porque se las estoy compartiendo.
Mezclamos las cebollas secas en el rebozado y de a poquito las vamos rebozando completamente, con un tenedor y con paciencia, muy despacito, sin romper los aros de cebolla.
Vamos a mezclar hasta que todos los aros se embeban bien en la mezcla.
Mientras todo esto sucede, vamos a poner aceite a calentar para freír los aros de cebolla.
Vamos a poner abundante aceite en una olla, no escatimen con esto, no en una sartén porque si no vamos a salpicar todo y no queremos eso.
La cantidad de aceite que utilices para esta fritura tiene que ser bastante, por lo menos cuatro dedos de altura.
OJO: no me ahorres el aceite, te lo pido por favor, ya hablamos muchas veces de que si freímos en un hilito de aceite es muy probable que se queme y después te haga mal, porque te tragas un montón de aceite.
Señora, el aceite es como el chongo: abundante y caliente.
Para asegurarnos de que el aceite ya esté caliente, tiramos un poquito de la masa antes para corroborar.
Yo la hago y la uso para todo, la amo, me encanta.
Ingredientes:
Preparación:
Para mí así con el ácido del yogurt ya está perfecto, tiene la mostacita y súper rica así que va a quedar re bien.
Ingredientes
Preparación
Esta salsita es simplemente así, no saben lo rica que queda, tiene esa cosa dulzona pero a su vez es salada bien de la soja. Sin dudas mi favorita.
Para este momento en el que buscamos crocante, obviamente usamos polenta amores, la polenta frita vuelve a todo súper crujiente, sobre todo a las verduras que son blandas o que al cocinarse se ponen blandas.
Entonces para sumar este plus del bien, pasamos desde la mezcla de cerveza y le damos una última rebozada en polenta antes de freír.
Antes, otro secreto para que quede crocante: cuando van saliendo ya listo, los vamos colocando en un recipiente plano, como un plato, con una servilleta de papel en la base y sin amontonarlas una arriba de la otra, para que el calor no le saque lo crocante.
Listo, por favor te lo pido que hagas esta receta y que hagas estas salsitas porque van a quedar espectacular, no saben lo bien que quedan con estas salsas .
Bueno, los quiero mucho, bye.
Aquí te dejo un par de consejos para cuando vayas a hacerlos:
DATO: Tanto la cebolla blanca como la cebolla colorada estimulan el apetito, favorecen a la digestión, son bactericidas, depurativas y diuréticas. Ya, son perfectas.
Pónganse la 10 y hagan estos aros de cebolla para la próxima juntada, son un gol y los van a amar. Aquí abajo les dejo la receta completísima y paso a paso. Éxitos!
Yami.
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En The Embers, le ponían extracto de vainilla para disminuir el fuerte olor yabor!
Levadura o polvo de hornear?