¡Bienvenidos a Paulina Cocina señores y señoras! Hoy otra vez nos vamos de copas: tomemos un buen negroni! Este cóctel perfecto para antes de comer o de cenar es sencillísimo de hacer, por lo que resulta perfecto para iniciarse en el mundo de los tragos con toda la onda: solo lleva tres ingredientes, van a partes iguales y no hace falta seguir ningún orden.
Es amargo, pero también dulce, con fuertes matices herbáceos y un toque de naranja… Eso sí, es fuertecito fuertecito, así que hay que prepararlo a conciencia porque sino terminan doblados y no es la idea… O sí?
¿Lo tomaron alguna vez? Arranquemos por el principio. El Negroni es una bebida fuerte como patada de allanamiento, así que si te gustan los sabores intensos es por acá.
Cuenta la leyenda que este clásico nació a mediados de los años 20, en el antiguo café de Casoni (ahora caffé Giacosa), en Florencia, Italia. Dicen que el Conde Camillo Negroni solía ir siempre y pedir lo mismo: un cóctel Americano.
Un día se quiso hacer el picante y dijo que ese cóctel era perfecto en sabor pero quizás un poco flojito para un tipo como él. Así que le pidió al barman, Fosco Scarselli, algo más fuerte. El barman dijo AH SÍ? TOMÁ. Y tuki, cambió la soda por ginebra, creando así una nueva bebida a la que bautizaron con el nombre de Negroni. El cocktail la rompió y el conde comenzó a hacer sus propios destilados. Dijo: acá hay un negocio, aprovecho ahora o nunca.
Años y años después, la familia Negroni se puso a investigar en los archivos familiares y resulta que no encontraron a ningún Conde que se llamase así. Y descubrieron que el que inventó el trago fue uno llamado Pascal Olivier de Negroni. No importa igual, aguante la familia Negroni y sus ganas de hacerse los ay yo tomo tragos fuertes porque nos trajeron esta magia linda. Te amamos Conde ficticio!
Si bien este trago es muy fácil de hacer, hay cosas que tenemos que tener en cuenta para que salga realmente rico y no un trago meh. Que es el peor insulto para un señor cocktail como este (nos ponemos todos de pie y aplaudimos)
Acá voy con un par de consejos:
Como les dijimos antes, la función de este trago no es exactamente acompañar la comida, sino darle comienzo. Pero nosotros hacemos lo que queremos, o no? Así que este cocktail puede acompañar varias comidas… Lo dulce del vermut y los toques de naranja que lleva el negroni maridan muy bien con las carnes rojas. Una carne al horno, un ragú o también unas empanadas quedan a la perfección.
Por supuesto, de más está decir que la comida italiana (pizzas, pastas… Algún postre) no se queda atrás: la frescura y potencia de los ingredientes que lleva el negroni son un opuesto complementario idóneo para salsas cremosas, quesos y otros guisos potentes.
A ver a ver… Esto es haciendonos los gourmets y todo eso muy fifí. Ahora, cada uno hace lo que quiere en este blog. Siempre hablamos de esto. Si te gusta el negroni con una merluza con salsa verde… Do it. No te vamos a juzgar jamás. Acá solo juzgamos al que le pone mayonesa a los fideos…
En fin, dejemos de dar vueltas y preparemos un buen negroni, que para eso vinimos, no les parece? Cualquier cosita nos preguntan!
Gabu