Otra para la famosísima sección “Platos que tus invitados intentarán rechazar pero como son invitados probarán, en un principio con desconfianza pero luego te pedirán la receta porque son buenísimos”, que tantas satisfacción nos da a quienes cocinamos.
Además, la vida da revancha: nos vengamos de la putada que nos hace el queso Brie cuando lo queremos rebozado, ya verás.
Y hablando de ensaladas originales: no se asusten por la presencia de la frutilla. Les aseguro que queda muy bien y no le da sabor extraño ni dulce. Prueben y me cuentan.
1) Lavar la rúcula y disponerla en la ensaladera.
2) Idem las frutillas, cortadas en cuartos.
3) El queso brie, he aquí la cuestión.
Cuchame bien: lo cortás en tiras, rodajas o whatever. Calentás bien pero bien una sartén y allí lo colocás. Sin miedo, empezará a desmayarse, hará burbujas en un intento vano de sobrevivir. Vos, sin piedad. Cuando veas que sufrió lo suficiente, retirás la sartén del fuego y esperás que se enfríe. Con una espátula o lo que tengas a mano, una vez tibio, lo despegás. Se despega fácil. Dalo vuelta. Habrá quedado dorado y crocante. ¿Que por qué le hacemos todo esto al pobre brie? Pues es una venganza a las putadas que nos hace cuando queremos queso brie rebozado (“En la cocina del infierno, los condenados fríen queso brie“, ver post completo aquí).
4) Acomodar todo con amor en la ensaladera, que se vea bien lindo. Salpimentar, poner aceto y aceite y llover con sésamo negro.
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pauli proba con rucula frutilla y repollo colorado !!! un manjar!!!