¡Hola seguidoras y seguidores de Paulina Cocina! Hoy vamos a hablar de la Cecina, un fiambre muy tradicional en España que se obtiene a partir del curado de la carne vacuna. A simple vista puede confundirse con el jamón, pero su forma de elaborarse, su sabor y su aroma, son diferentes.
Si quieren saber más acerca de este embutido, los invitamos a recorrer esta nota que promete pasarles mucha información sobre la carne cecina y además de todo, les dejamos dos recetas para disfrutar de este ingrediente de otras maneras.
La cecina, con su nombre tan peculiar, es una carne curada y deshidratada que se ha vuelto un auténtico tesoro en la gastronomía. Es un fiambre muy popular en España, sobre todo en León, donde se produce en cantidad; pero también es muy habitual en América Latina principalmente en México.
La palabra “cecina” proviene del latín “siccus,” que significa seco. Y eso es precisamente lo que caracteriza a este fiambre: carne seca en su máxima expresión.
Este embutido, que tiene ciertas similitudes con el jamón, se ha vuelto un aperitivo clásico en la cocina española, ya que se sirve en tablas de fiambres, pero también se incluye en muchas recetas.
Este ingrediente se obtiene a partir de carne de res, aunque también se puede hacer con otras carnes, como la de caballo, cabra o venado. Para prepararla, se corta en tiras finas, se sala y se cura al aire. El proceso de secado puede llevar semanas, lo que resulta en una carne que se conserva durante mucho tiempo sin necesidad de refrigeración.
Su sabor es un viaje sensorial, intenso y concentrado. Un equilibrio perfecto entre salinidad y ahumado, lo que la convierte en un bocado irresistible y delicadamente fibroso.
La historia es rica y llena de tradición. Se cree que su origen viene de la época de los romanos, quienes necesitaban conservar carne durante sus campañas militares. A lo largo de los siglos, esta técnica de conservación se perfeccionó, y esta carne se convirtió en un manjar apreciado.
En la Edad Media, este se convirtió en un alimento esencial para los viajeros y los agricultores de la región de León. Los ganaderos leoneses, conocidos por la cría de ganado bovino de alta calidad, encontraron en este embutido una forma de aprovechar al máximo cada parte del animal, reduciendo el desperdicio.
En América Latina, esta carne curada también tiene una larga historia. En países como México, se prepara de manera especial, a menudo ahumada y sazonada con chiles y especias locales. Es un ingrediente esencial en platos tradicionales, como la cecina enchilada.
Se obtiene de diferentes partes del animal, pero la más comúnmente utilizada es la carne magra de res, específicamente el cuarto trasero. Esta elección se debe a que esta zona contiene menos grasa y más fibras musculares, lo que la hace ideal para el proceso de curado y secado.
Este es un ingrediente versátil que se puede disfrutar sola como aperitivo o en bocadillos, pero también se utiliza en una variedad de recetas. Su sabor y textura se complementan muy bien con platos como ensaladas, pasta, o incluso pizzas caseras.
Es común preguntarse cuál es la diferencia entre la carne cecina y el jamón, dos delicias del mundo de los embutidos. La principal diferencia radica en la preparación y el proceso de curado. Mientras que el embutido cecina se seca al aire de manera lenta, el jamón se cura en salmuera y luego se seca al aire de forma controlada. Esto le da a cada uno un sabor y textura únicos y diferentes.
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Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 15 minutos
Rinde: 2 porciones
Tiempo de preparación: 20 minutos