Bienvenidos a Paulina Cocina! hoy tenemos una de las maravillas de la cocina italiana: un calzone de acelga! No Marta, no son los calzones de un señor con dibujos de acelga!
Te calmás Carlos, nadie te va a poner acelga en los pantalones! Pero por favor! no me digan que a estas alturas no conocen la maravilla del calzone?! Bueno, les cuento que es como una empanada enorme.
Para que lo entiendan mejor, les voy a contar la leyenda del Yeti de Tandil. Dicen que en la cima de las sierras tandilences, vivía un yeti. Es decir, un hombre unas dos o tres veces más grande que el hombre común.
“Vi una mano del yeti!” decían algunos. Otros aseguraban que habían visto una cabeza peluda sobresaliendo por entre los pinos. Pero nadie lo había visto entero, ni sabían como era su cara.
La gente del pueblo, lejos de estar asustada, lo usaba como atractivo turístico y se organizaban salidas a las sierras para ver si aparecía o no.
No estaba permitido vender souvenirs con la forma del yeti, porque nadie sabía cómo era. Pero sí vendían remeras que decían “yo creo que casi vi al yeti de Tandil y me compré esta remera”.
En fin, el caso es que la leyenda dice que vino un inverno muy duro, donde nadie creyó casi ver al yeti, y en el que la nieve arrasó con todo lo vivo en la cima de las sierras.
Pero en uno de los primeros días de solcito, no va que baja muy tranquilo el yeti. Y ahí todos le ven al mismo tiempo la cara, las manos, los pies. Nadie se lo imaginaba tan flaco. Se ve que se había quedado sin comida.
Entra encogíendose a un bar, señala las empanadas y levanta los únicos dedos que tenía en la mano: 3. Claramente 3 empanadas no son alimento suficiente para un semihombre de las nives que medía más de dos metros y medio.
Así que la cocinera del lugar amasa 3 empanadas enormes y las rellena con acelga y queso. Se las lleva a la mesa improvisada que le armaron al tipo, las mira, mira desde arriba a la cocinera y le dice: ah! tenían calzone!
Bueno, esta historia no está chequeada por nadie, pero quién sabe, por ahí fue verdad.
Este plato es delicioso y funciona siempre, pero sobre todo cuando está fresquito. Es como la fusión perfecta entre una pizza y una tarta.
El relleno es bien de una pizza, con mucho queso. Todo eso envuelto en una masa de tarta riquísima, crocante, muy genial. Es casi casi como una pizza sana, o una tarta con mucha onda
Además miren los pasos, no me digan que les lleva más de media hora porque no les creo. Se hace rapidísimo!
Saludos y hasta la próxima
Juanita
Asistente
1 atado de acelgas
10 tomates secos
2 dientes de ajo
1 cebolla
1 masa para tarta (podés ver aquí cómo hacer masa de tarta casera)
200g. De Queso mantecoso (u otro queso que se derrita)
Aceite, sal y pimienta
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Tomates comunes puede ser? Cuantos en ese caso.
Que puedo decirte, querida Paulina, sos un genio, me estas haciendo querer cocinar y eso es decir mucho. Porque nunca fue mi fuerte. Te compre los dos e-books porque estoy seriamente interesada en aprender de tus delicias. Si alguna vez se te ocurre visitar Australia te espero como a la hija que nunca tube.Ah! con familia y todo. Un afectuoso saludo. Maria
Hola, tenes el video para hacerlo?